Un edificio Prenova construido con losas alivianadas con discos o esferas plásticas sin vigas y ausencia de contrapisos y carpetas (la carga muerta) pesa un 60% del peso de un edificio tradicional construido con losas sin vigas macizas.
La consecuencia del alivianamiento es una reducción de los esfuerzos de corte debidos justamente a la disminución de masa y la consecuente reducción del esfuerzo horizontal y vertical debidos al sismo.
La cuantía de concreto y acero necesaria en la construcción de tabiques y pórticos de la estructura sismorresistente que colaborara con las losas Prenova en trasladar los esfuerzos del sismo directamente a las fundaciones se reduce considerablemente.
La resistencia al corte por el efecto diafragma de las losas Prenova, por la presencia del alivianamiento, es de un 70% de la maciza. Siendo que los esfuerzos cortantes y de punzonado son tomados mayormente por el área macizada en torno a las columnas, las zonas alivianadas de las losas reciben un mínimo esfuerzo cortante, compensado por la reducción de peso de la losa.
La fluencia lenta del hormigón de las losas Prenova son un 30% inferiores a las de las losas macizas, por su menor peso, hecho comprobado en un periodo mayor a 5 años.
La aislación acústica y térmica aumentan y el procedimiento de rebasado de superficie de acabado de terminación con discos de diamante permite prescindir de la colocación de pisos. Otra efecto secundario positivo para reducir la carga muerta a 0 y mejorar la condición sismorresistente.
La reducción de costos de construcción (del 30%) y la velocidad de construcción ultra rápida, sumadas a la flexibilidad de uso en el tiempo por ausencia de vigas internas, dan plena vigencia a este sistema en todas las regiones sísmicas del mundo.
En Chile, los ingenieros Afonso Larraín Vial y Andrés Larrain Contador han realizado los estudios y diseñado los ensayos que concluyeron que la losa alivianada Prenova tiene la capacidad para transmitir cargas hacia colectores y elementos verticales del sistema resistente del sismo como el exige el Capítulo 21 del ACI-318 2011. Se puede aumentar la resistencia a corte generado por esfuerzos sísmicos siguiendo las indicaciones descritas en este capítulo.
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